EL SILENCIO

Los fineses son conocidos por ser poco habladores. Afirman en tono jocoso que inventaron los mensajes de texto para no tener que hablar con los demás.
Los finlandeses saben reírse de sí mismos. El otro día un finlandés me contó un chiste:
Esto son dos amigos finlandeses que se van a un bar a tomar unas cañas. Sin hablarse piden la primera caña  y se la toman con un silencio cómodo, pasa el tiempo y piden otra caña y continúan en silencio y un poco más tarde se animan a pedir la tercera caña cuando de repente uno de ellos dice: “Chin, chin” y el otro muy ofendido le contesta: “Vamos a ver ¿hemos venido aquí a hablar o a beber?”

Si tú les hablas a ellos, son muy amables y muy agradables, pero ellos nunca toman la iniciativa. Es una cuestión cultural, no te hablan para no molestarte. Cambian mucho después de haberse tomado unas copas.

De hecho en el centro de la ciudad tienen la iglesia del silencio. Entras allí a estar en silencio